INVISIBLE:

INVISIBLE: El anillo del capitan Beto

Beto Satragni: bajo
Diego Rapoport: teclados
Héctor "Pomo" Lorenzo: batería
Juan Del Barrio: teclados

Luego de "INVISIBLE" Spinetta forma otra muy buena banda Spinetta Jade : 
Luis Alberto Spinetta  guitarra y voz , Pomo Lorenzo en batería , en los teclados se sucedieron   Juan del Barrio, Leo Sujatovich y el Mono Fontana, En el otro teclado se sucedieron Lito Vitale y Diego Rapoport, hasta que la banda dejó de tener dos teclados. En el bajo se sucedieron , Pedro Aznar, Beto Satragni, Frank Ojstersek, César Franov y Paul Dourge. En la última formación se suma también Lito Epumer en guitarra.

 Maribel se durmió : Spinetta Jade

Discografía :  Alma de Diamante , 1980 Los niños que escriben el cielo, 1981 Bajo Belgrano, 1983 Madre en años luz , 1984

Debutaron en el estadio de Obras sanitarias un 3 de mayo de 1980 junto a Emilio Guercio y la Eléctrica rioplatense. También participan de una serie de recitales para la Universidad de Belgrano. Pero sería recién en el mes de septiembre la presentación de su primer disco “alma de diamante” inclinándose al jazz-rock con temas como “Amenábar” y “Digital Ayatollah”.
Un mes después el 12 y 13 de septiembre todo Obras estallaría con la presentación de Spinetta Jade y Seru Giran juntos en un recital memorable donde el querido Luis Alberto comenzó con “cuando ya empiece a quedarme solo” de Sui generis. Y en medio de la ovación cerraban ambas bandas tocando “el mendigo en el andén” y “crisálida”.
Si bien la popularidad iba en aumento la banda se vio aplacada por la segunda vuelta de Almendra y la posterior gira nacional que culminó en el Festival de la Falda a principios del siguiente año (15 de Febrero de 1981). A mediados de ese año graban “los niños que escriben en el cielo” su segundo álbum presentado el 5 de Diciembre en Obras.
Paralelamente Spinetta estaba sumido en su trabajo como solista editando dos álbumes “Kamikaze” (1982) y “Mondo di cromo” (1983). Este último fue presentado junto con “Bajo Belgrano” el tercer disco de Jade en el teatro Coliseo donde encontramos a “Maribel se durmió” (homenaje a las Madres de Plaza de Mayo) o “Resumen porteño” (donde escribe “cadáveres flotando sobre un rio tan cercano a su barrio y a su universo”.
Después vendría su último álbum “Madre en años luz” estrenado en el ciclo de conciertos organizados por la Municipalidad de Buenos Aires en su Barrancas natal en el verano de 1985 ante más de 20.000 personas y con Pedro Aznar como invitado. En el mes de Mayo lo presentaron en el Luna Park. Y cuenta con la incorporación de una segunda guitarra en manos de Lito Epumer. Contiene temas como “Ludmila” y “Camafeo” marcando el final de esta gran banda.

Cosas de Radio…

Las siguientes palabras, no me pertenecen, pero encuentro en ellas la resolución de mis preguntas.

Hacer radio es un acto de fe. Aquel que se coloque frente a un micrófono y se disponga a salir al aire deberá ser una persona muy creyente y entender que siempre hay un fiel que cree más que ella misma: el oyente. Este credo comienza por el feligrés antes que por la divinidad: si no hubiera alguien que juegue el papel de receptor, la radio sería un culto inútil.

Cuando está al aire, el profesional de radio se desvela por la misma cuestión, ligeramente modificada: ¿qué viene ahora? ¿Qué sigue? Saben que allí radica la clave para que el oyente se quede. Después, puede ser cualquier cosa: una tanda. Una canción, otro comentario, un móvil, una noticia, un separador o una sigla. El acierto o el error en esa sucesión de eventos que significa sostener una continuidad radial pueden desembocar en la gloria o la debacle. Puede parecer una exageración, pero un verdadero profesional del aire lo vive como algo transcendental. Y no lo hacen con la mezquina especulación de conservar la mayor cantidad de oyentes, sino porque a ellos se les juega una cuestión interior, de máxima importancia, en el hecho de hacer un buen programa. Es algo más que el mero orgullo de hacer las cosas bien, o el sentido del deber que impone ser un profesional: tiene que ver con un sello propio, con una cuestión de identidad que va resolviendo frente al público.

Cosas de Radio…

En El Psicoanálisis se le da suma importancia al acto fallido, que es la enunciación de una cosa cuando se quiso decir otra, por considerar que en esa equivocación existe una realidad encubierta. Yo asistí a un a un acto fallido que me puso en claro la opinión de un gerente de programación sobre lo que le estaba proponiendo.

Me desempeñaba como musicalizador de una FM que tenía problemas concretos de audiencia. A mí se me habían ocurrido un par de ideas, no sé si buenas, que podrían ayudar a paliar esa situación.

Pedí reunirme con el gerente,  que era mí jefe, y le expuse esas ideas. No le parecieron convenientes y las rechazo con cortesía. “Mirá   - me dijo con cariño - Quiero que sepas que cuando se te ocurra cualquier otra cosa, por mínima que sea, podés venir a conversar conmigo: yo estoy abierto como una pared. “

Extraído del Libro Cinta Testigo . Sergio Marchi - 2002